Vibra y vuelve a ti
Masaje con cuencos tibetanos y gongs.
Masaje con cuencos tibetanos y gongs.
Resetea tu sistema para empezar a vivir con claridad, foco, con la mente despejada y alineado con tu propósito.
El masaje con cuencos tibetanos y gong es una experiencia para volver a ti, liberando bloqueos físicos, centrando tus pensamientos, liberando tus emociones y equilibrando tu energía.
En una sesión individual, enfocamos el trabajo sonoro y vibraciones sobre las circunstancias que quiere resolver el paciente, sean físicas, emocionales o energéticas.
Siente la vibración de los cuencos tibetanos sobre el cuerpo y cómo se va soltando todo aquello que te sobra con cada onda que recorre desde tus células hasta las partes invisibles que forman parte de ti.
Encuentra el BIENESTAR, la calma y la relajación que quieres para tu día a día.
Sesiones de terapia especialmente indicadas para estados de depresión, ansiedad, estrés, dado el impacto positivo del sonido en el sistema nervioso.
Una sesión individual con cuencos tibetanos tiene beneficios a distintos niveles.
Los más destacados son:
La relajación a la que llevan los cuencos tibetanos permite que el cuerpo se afloje, pudiendo liberar así bloqueos y zonas contracturadas. Es eficaz para aliviar dolores de cabeza, musculares, de espalda o menstruales.
Asimismo, como se trabaja con ultrasonido y el
movimiento de energía entre dos puntos, ayuda a bajar inflamaciones y permite la recuperación más rápida en lesiones, como esguinces o fracturas. Aumenta la energía interna y favorece
la recuperación de enfermedades.
En sus sesiones se reducen las frecuencias de las ondas cerebrales, lo que permite una mayor conexión entre hemisferios y mejora la comunicación neuronal, lo que ayuda también a reforzar el sistema inmunitario. La vibración de los cuencos redunda en las células y equilibra el sistema endocrino y estimula la generación de endorfina y dopamina. La relajación física que acompaña una sesión hace que sea recomendable para aliviar el día a día de personas que viven con fibromialgia, fatiga crónica o insomnio.
Equilibra los chakras, centros energéticos que poseen todas las personas, se trata de una forma de limpiar el aura y reforzar el campo energético. Los masajes de cuencos aumentan la vibración de las personas, lo que ofrece más protección, seguridad y confianza. Esto supone vivir en armonía y con un mayor enraizamiento en el día a día.
Los cuencos tibetanos cortan los flujos de pensamiento, permitiendo que baje la actividad cerebral, induciendo a la mente a un estado de calma y serenidad. De esta manera, al favorecer que la persona viva con una mente más sosegada y en el presente, ayuda en la superación de procesos como estrés, ansiedad, depresión, angustia, tristeza… Es útil para trabajar la hiperactividad; mejora la concentración y la creatividad; es beneficioso para los trastornos del sueño y, además, aporta claridad mental.
Ayuda a liberar las emociones reprimidas, muchas de ellas nos han condicionado a la hora de vivir en el día a día y aquí se liberan. Permite que las personas puedan vivir con más paz al deshacerse de cargas innecesarias. Todo ello lleva a la persona a abrir su corazón, derribar las barreras tras las que se esconde y permite que la esencia de cada uno brille con plenitud, desde el amor.
Las sesiones con cuencos afinan nuestro canal, la sensibilidad para sentir más allá de lo físico y la posibilidad de recibir mensajes. Abre camino para comprensiones más profundas, conectando con “algo más”, sea el universo, Dios, tu ser superior, tu alma, vidas pasadas… Favorece la evolución espiritual.